Las fiestas en México son el reflejo de la rica herencia cultural prehispánica y el fervor religioso impuesto por el colonialismo español. En ellas se palpan los sentimientos más profundos del
pueblo mexicano y el valor social que cada región le otorga.
Las fiestas son un sostén de la estructura social y han contribuido a evitar la pérdida de identidad, de los valores tradicionales y la desintegración comunitaria. En la organización participan
todos los sectores sociales, cada uno de ellos en el rol que le asignó la comunidad. El rol más significativo es el de las "mayordomías" o encargados de la fiesta. Pueden ser roles transitorios o
permanentes. O sea son elegidos específicamente para una celebración en particular o por mucho tiempo, depende de cada sitio. Están los "capitanes" de los grupos de danza y de las
representaciones. En general el cargo es hereditario, ya que son ellos los que garantizan la preservación de las tradiciones. Otros roles importantes son: los encargados de la música, los que
deben ocuparse de la pirotecnia y los que tienen la responsabilidad de elaborar las comidas tradicionales especiales para la ocasión.
Hay diferentes categorías de fiestas: las tradicionales, las cívicas (que se festejan en todo el país) y las ferias.
Las fiestas tradicionales son las que se rigen por el calendario católico, aunque conserven aspectos de origen netamente prehispánicas. Esto se debe a que los valores religiosos cristianos fueron
impuestos por la conquista a sangre y fuego. Como una manera de preservar sus costumbres religiosas, los indígenas hicieron su propia interpretación de la religión adaptándola a sus creencias
ancestrales, provocando una síntesis muy particular.
Dentro de las tradicionales encontramos aquellas que se festejan un día en particular (que en general, coincide con algún santo cristiano) y las que se cambian de día, de acuerdo a las
variaciones del calendario litúrgico (como Semana Santa, Carnaval y otros). Muchas de ellas se realizan en los santuarios religiosos, donde se congregan no solamente los vecinos del lugar, sino
también de los alrededores y de pueblos y ciudades más apartadas.
En estos casos es común que se instalen grandes "tianguis" (mercados) donde se intercambian productos de regiones muy diversas. En general tienen características que le son comunes, aunque pueden
variar dependiendo de cada pueblo o ciudad.
Ellas son: procesiones, representaciones, pastorelas, velas, ofrendas, danzas, música, bailes, pirotecnia, toros, charros, carreras de caballos, peleas de gallo y "tianguis". Dentro de estas
fiestas, debemos destacar algunas: 12/12: la Virgen de Guadalupe; 16/12: las Posadas; 24/12: Nochebuena; 25/12: Navidad; 31/12: Fin de Año; 1/1: Año Nuevo; 6/1: Día de los Santos Reyes; 2/2: La
Candelaria; 17/2: Bendición de semillas y animales, Día de San Antonio Abad; Carnaval; Semana Santa; 3/3: Día de la Santa Cruz y el 1y2 de noviembre: Día de Todos Santos y Fieles Difuntos.
Las Fiestas Cívicas se festejan en todo el país. Se conmemoran hechos importantes de la historia nacional. Se realizan bajo rígidos patrones oficiales. Las más importantes son: 5/2: Constitución
de 1917; 21/3: Natalicio del Benemérito de las Américas, Benito Juárez; 5/5: Batalla de Puebla (1862) en la cual el Gral. Ignacio Zaragoza derrota a los invasores franceses; 15 y 16 de
Septiembre: inicio de la Independencia y el 20/11: inicio de la Revolución de 1910.
Las Ferias suelen realizarse en las mismas fechas de las fiestas tradicionales o en días distintos. Suelen acompañar a las mismas los juegos mecánicos, deportes, carpas, jaripeos, carreras de
caballos, peleas de gallos, corridas de toros, juegos de azar, exposiciones agrícolas, ganaderas o comerciales. En México hay más de 5000 fiestas populares que se celebran en diferentes regiones
del país y en distintos días. Esto nos demuestra que el mexicano tiene muy bien ganada la fama de "pueblo fiestero".