Recientes investigaciones han revelado la existencia de algunos casos sobre, sapos, ranas, y otros animales pequeños petrificados en rocas sólidas, en otros casos han sido encontrados dentro de los troncos de árboles y otros lugares de imposible acceso.
Casos Documentados
En 1761, el doctor del Rey Henry III de Francia, encontró en la aldea de Meudon una gran rana en un bloque de piedra que un obrero había estado rompiendo. La rana estaba en perfecto estado, llena de vida, sin embargo en la piedra no había un orificio que permitiese al animal entrar a la piedra. El obrero dijo que no era la primera vez que se encontraba con un animal dentro de rocas.
En 1865, se encontró una rana en una piedra caliza, cuando unos excavadores trabajaban en un bloque de piedra caliza de magnesio, el cual fue obtenido a 25 pies cerca de la localidad de Hartlepool, Inglaterra. Donde se descubrió una cavidad dentro la piedra, la cual contenía un pequeño sapo vivo, el agujero no era más grande que el cuerpo del renacuajo, sus ojos brillaban extrañamente. Cuando el animal fue encontrado este trataba de iniciar su proceso respiratorio, pero tenía dificultad para hacerlo.
La rana terminó en posesión del señor S. Horner, el presidente de la Sociedad de Historia Natural, tras ser examinado se descubrió que el sonido que emitía surgía de su nariz, debido a que su boca estaba completamente cerrada. Las garras de sus patas delanteras estaban hacia adentro y sus patas traseras tenían una gran longitud. La rana tenía una tonalidad pálida que no era distinguible de la piedra, posteriormente cambió a un marrón oliva.
En esa misma época se publicó el relato de un minero de plata llamado Moses Gaines encontró un sapo dentro de una roca de unos 60 centímetros de diámetro. El sapo medía casi ocho centímetros de largo y era muy gordo, sus ojos eran del tamaño de centavos. Ese ejemplar era mucho más grande que los sapos de su especie. El animal parecía estar aletargado y no respondía a los golpes de sus captores para forzarlo a saltar.
Una lagartija revivió en 1821, cuando David Virtue, un obrero trabajaba con un gran pedazo de piedra que consiguieron en una excavación a casi siete metros bajo la superficie. Mientras golpeaba la piedra encontró una lagartija incrustada en la piedra. Estaba enrollada en una cavidad redonda con su propia forma. El reptil medía poco más de un pie, su piel era de color café amarillento y tenía una cabeza redonda con brillantes ojos. Aparentemente estaba muerto, pero después de ser expuesto por cinco minutos al aire y el sol, mostró señales de vida y salió corrió con mucha celeridad.
Durante la Segunda Guerra Mundial, un soldado británico trabajaba con un grupo encargado de hacer caminos con piedras y llenando cráteres de bombas. Ocasionalmente usaban explosivos para abrir piedras, pero tras una detonación el soldado movió un pedazo de roca y encontró una rana grande, junto a ésta había una lagartija de 22 centímetros pies de largo. Ambos animales estaban vivos, pero lo más sorprendente era que la cavidad donde las descubrió estaba a 7 metros bajo la superficie.
La Academia Científica de Francia publicó un relato de 1719, el texto relataba como en el centro exacto del tronco de un olmo, a metro y medio por encima de la raíz, se encontró una rana viva, de tamaño mediano que llenaba un hueco vacante del tronco.
La revista Uitenhage Times de Sudáfrica imprimió en 1876 una edición que relataba cómo dos leñadores que cortaban planchas de un árbol encontraron un hueco profundo que contenía 68 sapos pequeños, cada uno tenía el tamaño de una uva. Su color era café claro casi amarillo y estaban en perfecto estado, saltando como si nada les hubiese pasado. El espacio fue examinado pero no había indicaciones de cómo habían sobrevivido allí sin agua, comida y aire.
Incluso aun hay casos más extraños, como la rana que fue encontrada mientras demolían una pared de yeso de un castillo en septiembre de 1770. La rana estaba viva y la pared fue hecha hace 40 años.
El reconocido biólogo Julian Huxley recibió una carta de una compañía de gas en Devonshire, Inglaterra. El texto decía que mientras rompieron una pared de cemento para colocar unas extensiones de tuberías, uno de los obreros descubrió lo que parecía la pata de una rana y pronto encontraron 23 ranas, las cuales fueron liberadas en un jardín de flores y estas se fueron saltando.
En 1976, un equipo de construcción de Fort Worth, Texas rompía paredes de cemento que había levantado el año anterior. Entre los escombros encontraron un espacio de aire donde había una tortuga viva, el espacio que ocupaba tenía la silueta del animal. Sin embargo, la tortuga falleció pocos días después de haber sido liberada.
Resulta poco comprensible como animales o huevos de animales pudieron desarrollarse en ese ambiente. Los geólogos revelan que las piedras se forman en miles de años, ¿cuán viejos son estos animales?
Posible explicación científica
Existen rocas calizas con abundantes porosidades por las que fluye el agua bajo tierra. Como por todos es sabido las ranas antes de convertirse en los simpáticos anfibios saltarines que todos
conocemos pasan por un estado "larvario", los renacuajos, que tienen habitualmente un tamaño bastante menor al de los especímenes adultos.
Estos dos factores podrían dar el caso de que un renacuajo quedara atrapado dentro de una de esas porosidades o cavidades que posteriormente fuera taponada por algún tipo de residuo y compactado
por algún tipo de presión. De este modo se podría encontrar un renacuajo en el interior de una piedra que parece totalmente sellada. El renacuajo podría desarrollar la última fase de su evolución
en el interior. Esta teoría requiere diversos factores como una alta humedad, un suministro de alimento para el renacuajo que hacen muy complicado que se de de forma habitual.
Por otra parte también se puede dar el caso de que animales queden atrapados en una zona de sedimentos que posteriormente se compactan formando una roca. Por supuesto este proceso requiere de
(normalmente) cientos de años, por lo que el animal de su interior moriría momíficado o en algunos casos fosilizado en su interior. Los rumores, las leyendas y demás harían el trabajo restante
dándole vida a animales que llevarían años muertos.
Fuente: Escalofrío.com