Perdonarse a sí mismos y a los demás por los daños y heridas propiciados, así como cerrar los ciclos de diversas situaciones y experiencias vividas, buenas y otras no tanto durante el año que recién terminó, son elementos claves para iniciar el año nuevo felices, aliviados física y mentalmente, llenos de alegría y de vitalidad.
Comenta José Gregorio Labrador, terapeuta holístico, que aunque el 31 de diciembre no es exclusivamente el único momento del año cuando se pueden poner en práctica ciertas técnicas de liberación, es propicia la época porque todos nos ponemos retos, metas y propósitos, por eso qué mejor oportunidad que esta para decir borrón y cuenta nueva, porque se crea o no, hay situaciones pasadas que quedaron en el subconsciente y en las cuales nos hacen sentir dolor, odio y hasta rencor. Y, estas terapias de limpieza espiritual se pueden efectuar en cualquier época del año.
Pero ¿en qué consiste este tratamiento de liberación? muy sencillo, solo se trata de sentarse con hoja y lápiz en mano para proceder a escribir los sentimientos, lo que amamos, rechazamos, queremos, anhelamos, los miedos, dudas y rencores, dejar que todos estos sentimientos reprimidos fluyan libremente, en un acto donde nos conectamos con el subconsciente, es un pleno desahogo. “Podemos iniciar de la siguiente manera: Yo, seguido del nombre, perdono completamente y amorosamente a, seguido del nombre de la persona o las personas o el propio nombre de nosotros”.
Aclara que este escrito no hay que leerlo, tampoco arrepentirse de lo que sale y se plasma, ese es precisamente el trabajo, porque se trata de que los sentimientos fluyan y de limpiar un sistema, tal cual al de una computadora, no se revisa absolutamente nada de lo que se quiere suprimir. Este método es el antivirus de la mente. Simplemente debemos quemar lo escrito.
— ¿Por qué y para qué se quema?
Se acostumbra a quemar todo lo escrito, bien sea de perdón, peticiones para el próximo año, o miedos y culpas, porque es una tradición japonesa muy antigua. El fuego es el elemental más alto que hay de otras dimensiones el cual atraemos a través del encendido, y el aire junto con el humo que emana al quemar el papel eleva esas peticiones y todo lo que en esa hoja estaba plasmado a los seres superiores, llámese Dios, el espíritu de la Navidad, el ángel de la guarda.
Asegura el especialista que practicar esta técnica tan sencilla es muy lindo, porque cerramos todos los ciclos que hemos vivido en 2011, ya sean buenos, malos y estamos listos para abrirnos y recibir el nuevo año. Entonces, “lo primero que debemos hacer al escribir lo anteriormente explicado es dar gracias a Dios, porque él es quien nos permite estar en la Tierra y vivos; luego, darle las gracias y honrar a los padres, porque fueron el medio por el cual se nos dio la vida. Posteriormente, agradecer lo que tú quieres y aprecias, inclusive, a esa persona que quizá te hizo daño, porque eso te hace reaccionar como ser humano y sus acciones te dieron la oportunidad de trabajar el perdón, para liberarte de esa situación dolorosa y triste.
— Aunque la situación haya sido muy pesada y fuerte, detrás de todo mal hay un bien oculto, así me lo enseñó mi madre, y aunque uno en el momento no lo ve debido a que estamos ahogados emocionalmente, así es. Si por ejemplo, tenemos un encuentro con alguien, nos alteramos, nos enfadamos ¿cuál es el aprendizaje? escuchar, manejar técnicas de comunicación, perdonarlos porque mañana la vida nos colocará una situación similar o peor a esa, pero ya tenemos las herramientas para manejar la situación—, explica.
De igual manera, menciona José Gregorio que, al momento de hacer los propósitos, cada quien debe ser realista y establecer metas a corto, mediano y largo plazo, pero asumir cada meta con valentía, creer en sí mismo y atreverse a arriesgar, confiar en nuestro instinto y no dudar de las capacidades que podemos tener y desarrollar, siempre y cuando pregonemos el bien y sembremos cosas buenas para nuestros semejantes, ya que eso es lo que el Universo nos retribuirá.
Fuente: lanacion.com.ve