Qué es la ley de la atracción?

 

Han escuchado hablar del poder del pensamiento y de la mente???, será posible atraer todo aquello que llega a nuestra vida ya sea bueno o malo con solo pensar en ello???.

La ley de la atracción es una ley de la naturaleza. Es tan imparcial e impersonal como la de la gravedad. Es precisa y exacta. Es la Ley más poderosa del Universo.

Todo lo que te rodea en estos momentos en tu vida, incluidas las cosas que no te gustan, lo has traído tú. Estoy seguro de que lo que vas a oír no te va a gustar. Enseguida vas a responder: «Yo no he atraído el accidente de coche. No he atraído a este cliente al que no soporto. No he atraído contraer esta deuda». Y yo estoy aquí para decirte cada cara que sí lo has hecho. Éste es uno de los conceptos más difíciles de comprender, pero una vez lo aceptas transforma tu vida.

No puedes experimentar nada a menos que lo invoques persistentemente con tus pensamientos.

La mayoría de personas atraemos las cosas automáticamente. Pensamos que no tenemos ningún control. Nuestros pensamientos y sentimientos están en modo piloto automático y todo nos llega por defecto.

Nadie atrae nada que no desee deliberadamente. Sin conocer El Secreto, es fácil comprobar cómo pueden haber sucedido algunas cosas indeseadas en tu vida o en la de otras personas. Simplemente se debe a una falta de conciencia del gran poder creativo de nuestros pensamientos.

Si es la primera vez que oyes esto, puede que pienses: « ¡Vaya! ¿He de controlar mis pensamientos? Eso me va a costar mucho». Al principio puede parecerlo, pero ahí está lo divertido.

Lo divertido es que hay muchos atajos para El Secreto y has de elegir los que mejor se adapten a ti.

Es imposible controlar todos nuestros pensamientos. Los científicos nos dicen que tenemos unos sesenta mil pensamientos al día. ¿Puedes imaginarte lo agotador que sería intentar controlar todos esos pensamientos? Afortunadamente hay una vía más sencilla y son nuestros sentimientos. Nuestros sentimientos nos ayudan a saber lo que estamos pensando.

La importancia de los sentimientos nunca se resaltará suficiente. Los sentimientos son nuestra mejor herramienta para ayudarnos a crear nuestra vida. Los pensamientos son la causa primera de todo. Todo lo que vemos y experimentamos en este mundo son su efecto y eso incluye los sentimientos. La causa siempre son tus pensamientos.

Las emociones son un don increíble que tenemos para saber lo que estamos pensando.

Los sentimientos nos dicen rápidamente lo que pensamos. Observa tus sentimientos cuando de pronto pasas un bache, quizá porque te han dado malas noticias. La sensación en el estómago o en el plexo solar es instantánea. Tus sentimientos son una señal inmediata para saber lo que estás pensando.

Necesitas ser consciente de cómo te sientes y sintonizar con tus sentimientos, porque es la forma más rápida de saber lo que estás pensando.

Tienes dos tipos de sentimientos: los buenos sentimientos y los malos. Conoces la diferencia entre ambos porque unos te hacen sentirte bien y otros mal.

 

SENTIMIENTOS NEGATIVOS:

 

La depresión, la ira, el resentimiento y la culpa. Esos sentimientos merman tu fuerza. Son los malos sentimientos.

Nadie puede decirte si te sientes bien o mal, porque tú eres el único que sabe cómo te estás sintiendo en un momento dado. Si no estás seguro de tus sentimientos, pregúntate: « ¿Cómo me siento?» Puedes detenerte un momento y plantearte esta pregunta varias veces al día y cada vez que lo hagas serás más consciente de cómo te sientes.

Lo más importante es que sepas que es imposible sentirse mal y tener buenos pensamientos a la vez. Eso desafiaría la ley, porque tus pensamientos son los que provocan tus sentimientos. Si te sientes mal, es porque tienes pensamientos que te hacen sentir mal.

Tus pensamientos determinan tu frecuencia y tus sentimientos te dicen inmediatamente en qué frecuencia estás. Cuando te sientes mal, estás en una frecuencia en la que atraes más cosas malas. La ley de la tracción ha de responder devolviéndote más imágenes de cosas malas y que empeoran tu estado de ánimo.

Cuando te encuentras mal y no haces ningún esfuerzo por cambiar tus pensamientos para encontrarte mejor, en realidad estás diciendo: «Tráeme más circunstancias que me hagan sentirme mal. ¡Tráelas!».

 

PENSAMIENTOS Y EMOCIONES POSITIVOS

 

El entusiasmo, la felicidad, la gratitud, el amor.

La otra cara de la moneda es tener buenas emociones y sentimientos. Sabes cuándo llegan porque te sientes bien. El entusiasmo, la felicidad, la gratitud, el amor. Imagina que pudieras sentir eso todos los días. Cuando celebras los buenos sentimientos, atraes más buenos sentimientos y cosas que te hacen sentir bien.

En realidad es muy sencillo. «¿Qué estoy atrayendo en estos momentos?» Bueno, ¿cómo te sientes? «Me siento bien». Bien, sigue así.

Es imposible sentirse bien y tener pensamientos negativos al mismo tiempo. Si te sientes bien, es porque tienes pensamientos positivos. Puedes conseguir lo que te propongas en la vida, no hay límites. Pero hay una condición: has de sentirte bien. Y si piensas en ello, ¡no es eso lo que siempre has deseado? En realidad, la ley es perfecta.

Si te sientes bien, estás creando un futuro que seguirá la senda de tus deseos. Si te sientes mal, estás creando un futuro que se desviará de la senda de tus deseos. La ley de la atracción está actuando en cada segundo. Todo lo que pensamos y sentimos está creando nuestro futuro. Si estás preocupado o tienes miedo estás atrayendo más de lo mismo a tu vida.

Cuando te sientes bien, forzosamente se debe a que tienes pensamientos positivos. Por lo tanto, estás en el camino y estás emitiendo una poderosa frecuencia que atraerá más cosas buenas que harán que te sientas bien.

Atrapa esos momentos en los que te sientes bien y exprímelos.

Sé consciente de que te sientes bien, de que estás atrayendo más cosas buenas.

Vayamos un paso más allá. ¿Y si tus sentimientos se estuvieran comunicando desde el Universo para que supieras lo que estás pensando?

Nuestros sentimientos son un mecanismo de retroalimentación para indicarnos si estamos en el camino, si nos hemos desviado.

Recuerda que tus pensamientos son la causa primera de todas las cosas. Cuando mantienes un pensamiento durante un tiempo, éste se transmite al Universo. Ese pensamiento se adhiere magnéticamente a la frecuencia de lo semejante y en cuestión de segundos te devuelve la lectura de esa frecuencia a través de tus sentimientos. Dicho de otro modo, el Universo se comunica contigo a través de tus sentimientos para decirte en qué frecuencia te encuentras en este momento.

 

Obtienes lo que sientes, no lo que piensas.

 

Todos hemos experimentado días o momentos en que todo va mal. La relación en cadena empieza con un pensamiento, tanto si eres consciente del mismo como si no. Ese mal pensamiento ha atraído a más malos pensamientos, la frecuencia se ha asentado y al final pasa algo malo. Entonces cuando reaccionas a lo que ha ido mal, atraes más cosas que van mal. Las reacciones atraen más de lo mismo y la reacción en cadena se seguirá produciendo hasta que te apartes de esa frecuencia cambiando intencionadamente tus pensamientos.

Cambia tus pensamientos y dirígelos a donde quieres

Puedes cambiar tus pensamientos y dirigirlos hacia lo que quieres, puedes recibir confirmación a través de tus sentimientos de que has cambiado de frecuencia y la ley de la atracción captará esa nueva frecuencia y te la devolverá con nuevas imágenes de tu vida.

Entonces es cuando puedes utilizar tus sentimientos para conseguir rápidamente lo que quieres en tu vida.

Puedes utilizar de forma intencionada tus sentimientos para transmitir una frecuencia todavía más poderosa, añadiendo sentimiento a lo que quieres.

 

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Por su puesto que no tiodo es belleza ni perfección, existen personas y organizaciones que desmienten o tratan de desmentir estas teorías, aficionados a los juegos de razonamiento han encontrado incongruencias y contradicciones en esta supuesta ley. Estas contradicciones pasarían por encontrar un método de relacionarlas con leyes físicas conocidas y demostradas para así mostrar que son incongruentes por reducción al absurdo.

La revista Skeptical Inquirer criticó la falta de veracidad y la capacidad de prueba de estas afirmaciones. Los críticos han afirmado que las pruebas aportadas suelen ser anecdóticas y que, debido a la naturaleza de auto-selección de los informes positivos, así como la subjetiva naturaleza de cualquier resultado, estos informes son susceptibles de sesgo de confirmación y sesgo de selección. El físico Ali Alousi , por ejemplo, criticó que no se puede medir y cuestionó la probabilidad de que los pensamientos pueden afectar a cualquier cosa fuera de la cabeza.

Dado que dicha "ley" no se ajusta a la refutabilidad científica, contiene los rasgos más claros de la pseudociencia: "creencia o práctica que a pesar de presentarse como científica, no se basa en un método científico válido, le falta plausibilidad o el apoyo de evidencias científicas o no puede ser verificada de forma fiable con afirmaciones exageradas de imposible verificacion y un exceso de peso en la confirmación en lugar de en los intentos rigurosos de refutación, una falta de disposición al examen por parte de otros expertos".

Entrevistas a los autores de la película y libro la Nueva Era y ponentes, intentan explicar los supuestos principios de una ley metafísica que puede atraer todo lo que uno piensa de forma coherente. En el Comité para la Investigación Escéptica, Mary Carmichael y Radford Ben escribieron que "ni la película ni el libro tiene ninguna base en la realidad científica", y que su premisa contiene una "otra cara fea: si usted tiene un accidente o enfermedad, es su culpa ". Le preguntaron: "Si un avión se estrella, ¿significa eso que uno o más de los pasajeros ha traído sobre sí mismo?". Otros han cuestionado las referencias a la teoría científica moderna, y han mantenido, por ejemplo, que la ley de la atracción tergiversa la actividad eléctrica de las ondas cerebrales. Víctor Stenger y Leon Lederman, son críticos con los intentos de utilizar el misticismo cuántico para salvar cualquier explicación o efectos aparentemente inverosímiles, ya que las consideraban rasgos de la moderna pseudociencia. Escribiendo en el New York Times, Virginia Heffernan caracteriza el secreto como "una serie de malas interpretaciones ... y máximas fraudulentas" que no obstante " lleva a un lugar feliz ".

Finalmente creo que todo lo bueno y lo malo que obtengamos, depende de que tanto hayamos tratado de obtenerlo, porque una cosa es cierta, nada cae del cielo, así que podremos desear algo con muchas ganas, pero si no trabajamos por ello, nunca lo conseguiremos, personalmente si creo en esta ley, pero también es ese viejo dicho muy mencionado: "AYUDATE, QUE YO TE AYUDARE"

 

 

Fuente: Wikipedia

             Prosperidad Universal