Algunas personas cumplen noventa o más años en perfecto estado de salud para su edad y enseguida lo asociamos a la vida saludable que posiblemente hayan llevado a lo largo de su vida y por qué no también a una cuestión de suerte. Sin embargo, la longevidad no es mera casualidad y tiene su explicación: el llamado gen de los cien años.
Los científicos descubrieron que el “gen del centenario” está presente en una de cada cinco personas, a quienes permite llegar a una avanzada edad con la ventaja de no perder la agilidad mental. Es que como los genes vienen en pares, se ha comprobado también que este mismo gen de la longevidad protege a los ancianos del Mal de Alzheimer o la demencia senil y hasta reduce los riesgos de un paro cardíaco.
Según una investigación del Albert Einstein College of Medicine de Nueva York, la presencia del gen CETP disminuye en un 70% de las posibilidades de desarrollar las alteraciones mentales típicas que se manifiestan en la vejez como, por ejemplo, la pérdida progresiva de la memoria.
La presencia del gen de los cien años resulta altamente beneficioso, no solo porque permite vivir más años sino porque ayuda a vivir mejor. Más aún, si tenemos en cuenta que el Alzheimer es una enfermedad que todavía no tiene cura.
"Las personas de larga vida metabolizan las grasas y la glucosa de manera diferente a su edad, su piel envejece más lentamente y tienen una menor prevalencia de enfermedades del corazón, la diabetes y la hipertensión".
Los genes llamados Matusalén - se cree que incluyen ADIPOQ, que se encuentra en aproximadamente el 10% de los jóvenes, sino en casi 30% de las personas que viven últimos 100. El gen y el gen CETP
ApoC3 se encuentran en el 10% de los jóvenes, pero en el 20% de los centenarios.
Los estudios muestran que las mutaciones minúsculas en la composición de determinados genes puede aumentar drásticamente la vida de una persona. Sin embargo, los factores ambientales como la
disminución de las enfermedades infecciosas son un factor importante en el aumento constante del número de personas centenarias. El genoma humano contiene unos 28.000 genes, pero son controlados
por un pequeño número de genes llamados reguladores.
Un fármaco contra el envejecimiento que pueden ser tomado por millones de personas, tal vez a partir de mediana edad, podría ser el último éxito de taquilla para la industria farmacéutica.