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El Aura

El aura humana es el conjunto de los cuerpos sutiles que poseen los seres humanos, además del físico. Estos cuerpos de leve densidad aparecen a veces de distintos colores para el observador casual.
Según los teóricos, el aura se compone de siete niveles y cada uno de ellos corresponde a uno de los  vórtices energéticos del cuerpo humano (chakras)

Antecedentes históricos
La práctica totalidad de las culturas coinciden en creer que existe una especie de halo luminoso que rodea a todos los cuerpos. Este recubrimiento brillante, que popularmente se conoce con el nombre de Aura, estaría presente en todos los objetos, no solo en los organismos vivos y sería de mayor intensidad en personas sanas o de buenas costumbres. Es así que en la cultura cristiana, a los santos y beatos se los representa con una especie de disco luminoso alrededor de la cabeza; como podemos observar en la práctica totalidad de la iconografía religiosa. Asimismo, muchos videntes y mediums aseguran poder ver e interpretar las diferentes tonalidades de esta supuesta luminosidad.

Por otra parte, la mayoría de las creencias orientales mencionan a una especie de energía vital que recubriría especialmente a los seres vivos, y que según las diferentes filosofías recibe distintos nombres y matices. Este concepto llegó a occidente de la mano de los diferentes movimientos espirituales de clara raíz oriental; y se popularizó adoptando el nombre grecolatino de "aura".

¿ES POSIBLE VER EL AURA?
Si la persona que observa está en un estado expandido de conciencia, en un estado alfa de funcionamiento cerebral o en un estado de gran relax y serenidad, es frecuente que observe el aura humana con gran claridad y nitidez. Verá distintos tipos de energías y colores por encima del cuerpo físico de las personas que contemple, sobre todo alrededor de la cabeza.
Las personas más clarividentes ven el aura completa, que presenta la apariencia de un huevo que envuelve a la persona, e incluso el color y matices de las energías que circundan los órganos internos del cuerpo. Muchos artistas perciben claramente el aura humana sin necesidad de entrar en estados alterados de conciencia. En cualquier caso, el aura se puede percibir con facilidad entrecerrando los ojos, desenfocando un poco la vista y respirando profundamente, si miramos a una persona situada bajo una luz tenue y sobre un fondo blanco.

Los chakras y los cuerpos sutiles configuran el aura humana y su visión nos da una idea de cómo se siente la persona que la posee, cuál es su calidad de vida, qué patologías o problemas físicos puede tener y cuál es su nivel de espiritualidad.

Una persona que no haga una vida muy correcta en función de su alimentación o que abuse de estupefacientes o alcohol mostrará en su aura manchas, desgarrones y nubes de energía opaca o turbulencias grisáceas. Una herida o un dolor aparecen como una proyección roja en el hueso o sobre el músculo. Los conflictos emocionales también repercuten en el aura creando turbulencias y vórtices desgarrados.

El sistema de electrofotografía llamado KIRLIAN, utiliza un sistema electrónico para producir en alta frecuencia un potencial alto, pero de baja intensidad. Este potencial se aplica a la placa de exposición, la cual sirve para visualizar el aura bien de las manos, o de cualquier objeto.

Al final de la década del 60 se confirmaba la hipótesis: el "halo" no era una simple emanación del cuerpo físico, se afirmaba que se trataba de una estructura integrada por electrones e iones, en estado libre. Los científicos sostenían que se trataba de un estado material desconocido hasta el presente, se consideró que el "alo" presentaba el aspecto de un plasma que podría ser considerado como un "Cuarto Estado de la Materia". Semejante descubrimiento puede ayudarnos a comprender mejor la naturaleza de los fenómenos paranormales, los científicos soviéticos afirman que el descubrimiento puede ser aplicado en los nuevos experimentos, la fotografía KIRLIAN puede revelarnos ciertos fenómenos en el mismo momento en que se están produciendo.

El fenómeno descubierto por los KIRLIAN, ha sido definido científicamente, como Cuerpo Bioplasmático, o también como, Cuerpo de Plasma Biológico. Una técnica para fotografiar objetos en presencia de un campo de alta frecuencia, alto voltaje y bajo amperaje, cuyas placas muestran emanaciones multicolores brillantes que se dice son el aura o campo biomagnético.

"De los innumerables experimentos con plantas, animales y seres humanos, emergió una teoría. [Los científicos] decidieron que la energía que rodeaba a los organismos vivos estaba compuesta de electrones, protones y quizás otras partículas ionizadas y en estado de excitación. No se trataba de un caos sino de una unidad autosuficiente, un cuerpo de energía... Aquello podía ser la explicación científica del aura o "cuerpo etéreo".

La mayoría de los investigadores coinciden en aceptar que la luminosidad que impresiona la fotografías Kirlian, es un fenómeno perfectamente estudiado por la física y conocido con el nombre de "efecto corona". Y es que según la física, todo elemento rodeado por un intenso campo eléctrico produce una luminosidad por un efecto de ionizacion y una emisión de radiaciones en el espectro visible. Este fenómeno, aunque no se encuentra presente en nuestra vida cotidiana, se puede contemplar con relativa frecuencia en los tendidos de alta tensión por las noches, donde si las condiciones atmosféricas son propicias se puede observar una especie de resplandor violáceo que rodea a los cables. Este mismo fenómeno sería el "alma mater" de estas fotografías.

El principio de la fotografía Kirlian y de toda electrografía es el fenómeno de la descarga en forma de corona que ocurre cuando un objeto conectado a tierra despide chispas entre sí mismo y un electrodo que genera un campo eléctrico. Las chispas son recogidas en una película, apareciendo como coronas de luz.

 Varias técnicas han sido desarrolladas a partir de la técnica inicial, aunque típicamente se utiliza una bobina Tesla conectada a una placa de metal. El proceso es similar al que ocurre en la naturaleza cuando las condiciones eléctricas de la atmósfera producen luminiscencias y auras, tales como el fuego de St. Elmo.

Desde los mismísimos esposos Kirlian, hasta la psicóloga Thelma Moss, pasando por más de una docena de investigadores; coinciden en afirmar que el estado físico y psíquico de las personas se refleja indefectiblemente en los colores y en la forma en que se distribuye la luminosidad captada por estas fotografías.

La ya mencionada psicóloga norteamericana Thelma Moss, comprobó que -por ejemplo- cuando un sujeto aumentaba su nivel de alcohol en la sangre, las sucesivas fotografías iban acusando una variación notable en la luminosidad.

Estos resultados no deben interpretarse como algo misterioso, ya que tanto los cambios físicos como los psíquicos producen variaciones en la química del cuerpo humano y esto indefectiblemente se refleja en las características eléctricas que modificaran a su vez el efecto corona reflejado en la fotografía.

Más allá de todo lo dicho, el fenómeno Kirlian posiblemente no tenga nada de paranormal, ya que como hemos visto se trata de un fenómeno estudiado por la física, y que en su parte experimental, quizá se convierta en una herramienta útil para el diagnóstico precoz de enfermedades. Las puertas de la investigación siguen abiertas.