Historias de amor de animales asombrosos


HACHIKO
El perro fiel
Hachiko


Hachiko era un perro de raza Akita nacido en noviembre del 23
en la zona de Japón conocida con el mismo nombre.
Cuando Hachiko contaba con la edad de dos meses fue trasladado
a casa de su nuevo dueño el Dr. Eisaburo Ueno que vivía
en Tokio. El animal llegó a Tokio tras dos días de viaje en una
caja transportada en tren.
Cuando lo sacaron de la caja, parecía medio muerto. El profesor,
sin embargo, le acercó un cuenco de leche que Hachiko se bebió,
dando muestras de una recobrada vitalidad que parecía haberle
abandonado.
En un principio Hachiko iba a ser regalado a la hija del
profesor, pero debido a un repentino embarazo y boda con una
consecuente mudanza, hizo que el perro se quedara con él, con
el que rápidamente se encariñó.

Eisaburo le puso ese nombre debido a la similitud que las patas
del perro tenían con parte del Kanji que en japonés designa
al número ocho (Hachi).

Pronto, perro y dueño establecieron un vínculo afectivo enorme.
Eisaburu era profesor en la universidad de Tokio, y cada día
cogía el tren en la estación de Shibuya para ir al trabajo.
Hachiko siempre le acompañaba a la estación y se sentaba en una
pequeña plaza a esperarle hasta que el profesor regresaba por
la tarde.

Un día de mayo del 25, como todos los días Hachiko acompañó a su
dueño a la estación, pero Eisaburo nunca regresó a casa.
Se murió de un paro cardiaco antes de salir del trabajo.
Hachiko no se movió de su sitio y cada día durante los diez
siguientes años que continuo con vida fue a buscar a su dueño
a la estación de Shibuya.
Tanta pena sentían por él, que en abril del 34 erigieron una
estatua en su honor (Teru Ando) y le apodaron cariñosamente como
el perro fiel. Hachiko se encontraba en la plaza el día de la
presentación de la misma, lugar donde murió al año siguiente.
Por cosas de la guerra, todas las estatuas de bronce fueron
refundidas para su reutilización, incluida la estatua de Hachiko,
sin embargo, tanto había calado la historia del animal, que una
década después, en el 47, el hijo del escultor original
(Takeshi Ando) también escultor, realizó otra estatua del perro
que aún se puede ver en Shibuya.

La historia del perro fiel es muy conocida en la ciudad. Hay
varias estatuas en su honor a lo largo de la misma, y él mismo,
Hachiko (Que se sabe que murió de filariasis (enfermedad
parasitaria)) fue disecado donde se le puede ver en el Museo de
Ciencias Naturales de Ueno
(Tokio). También dicen que parte de
él fue enterrado al lado de la tumba de su dueño.



Cada año, el 8 de Abril, en la plaza frente a la estación de
Shibuya se le conmemora.

Para terminar les dejo un par de videos. El primero se
corresponde con la película Hachiko monogatari, del año 87
(mirarlo, es tierno).
Y en la página siguiente la remake de esta película
protagonizada por Richard Gere, titulada "Siempre a tu lado
Hachiko".



CANELO: El fiel callejero





Ciudad de Cádiz, España. La más vieja ciudad del Occidente
Europeo.
Fundada por los fenicios hace más de 3000 años. Allí se
encuentra el Hospital Puerta del Mar, hospital de la Seguridad
Social,
conocido popularmente como “La Residencia”.

En la puerta de La Residencia vivió 12 años un perro, “Canelo”.
¿Qué hacía allí?. Esperaba a su dueño, un gaditano, que doce
años atrás (desde que el perro esta allí) acudía al centro
sanitario a practicarse la Diálisis a diario, y en la puerta
del hospital lo dejaba y le decía a su fiel compañero:
“Espérame aquí, amigo mío”.

Cuando su enfermedad le obligó a ser ingresado en dicho centro,
Canelo lo esperó en la puerta, pero el dueño no salió nunca
del centro pues falleció. Desde entonces, Canelo se convirtió
en la encarnación de la fidelidad canina, pues esperó durante
doce años la salida de su amo. El caso de Canelo tuvo revuelo
internacional ya que apareció en muchos periódicos y reportajes,
incluso en la BBC.


Allí, en esa puerta, acabó sus días nuestro héroe. El fiel
“Canelo” se quedó en la puerta y no hubo forma humana de moverlo
de allí.
Mirando fijamente a todas las personas que salían esperando ver
a su compañero, a su amigo, pero en vano, así durante 12 años,
escribiendo la historia de amor, de amistad, de las más bonitas
que se conocen entre un animal y un ser humano.
No volvió a oír más sus palabras, no volvió a sentir nunca más
sus caricias.
Pero en su memoria quedó para siempre el: “Espérame aquí,
compañero”. Y allí permaneció fiel, sin desmayo durante 12
largos años, solitario, abandonado, esperando que se produjera
un milagro y volviera su “amigo”.
Un día, se recibió en la perrera municipal una denuncia de un
ciudadano sobre un perro abandonado en la puerta de un centro
sanitario y del peligro que suponía para la salud pública. El
perro fue cazado y llevado a la perrera, antesala de la muerte
canina. Entonces se movilizaron los trabajadores de La
Residencia, los amantes de los animales y medio Cádiz
encabezados por AGADEN (Asociación Gaditana para la Defensa y
Estudio de la Naturaleza) en defensa de la vida y la libertad
de “Canelo”y consiguieron su indulto ya que el teniente de
Alcalde de Sanidad del Ayuntamiento de Cádiz firmó un decreto
perdonándole la vida.
Probablemente sea el primer caso de indulto de un perro
vagabundo conseguido por la presión popular.
AGADEN lo adoptó, lo vacunó y le arregló los papeles para que
dejara de ser un perro vagabundo, un indocumentado y aunque
se le buscaron varias familias que lo acogieron, “Canelo”
siempre escapaba una y otra vez y volvía a su lugar de espera,
sin desmayo, vigilando día y noche la puerta del Hospital en
espera de su amo y amigo.
La gente lo cuidó y le dio de comer como si “Canelo” fuera suyo
durante 12 años.
Este perro no fue un perro sin amo, fue el perro de todo Cádiz
que lo quiso y lo cuidó como algo propio. Televisiones de varios
países pasaron por Cádiz a contar la historia de este singular
perro. De Estados Unidos llegó una caseta de perro como donación
para que fuera el hogar de “Canelo” pero las ordenanzas
prohibían su instalación a la puerta del Hospital por lo que
siguió siendo un “sin techo”.


El 9 de diciembre de 2002, el fiel “Canelo” dejó de esperar.
Fue atropellado por un auto que se dio a la fuga.
Unos dos años después, por iniciativa de AGADEN, con el visto
bueno del Ayuntamiento, la asociación protectora de animales
y las federaciones de vecinos 5 de Abril y Cadice, se decidió
darle su nombre a una calle peatonal que el animal
frecuentaba.
En el mismo callejón se colocó una placa de bronce con el torso
en relieve del animal conmemorativa de este acto de fraternidad,
fidelidad y amor entre hombre y animal.




Este modesto animal, pasó a ser la musa de una pléyade de
artistas. Miguel Torres López lo incluyó en su novela
"Los que esperan". Pépin Muriel le dedicó el libro infantil
"El perro Canelo". El poeta Juan Pablo le hizo un poema "A
Canelo":

A CANELO

Ayer te vi en tu rincón, Canelo
¿No sabes que tu amo está en el Cielo?
Cada mañana cuando te levantas
alzas tu triste mirada a Residencia
y como tantos otros días aguantas...
¡Qué bonito es tu amor! ¡Cuánta paciencia!
Seguramente yo podría contarte
que alguna vez a la persona amada
le dije "me cansé ya de esperarte"
¡Eso sé que tú no lo harías por nada!
Ayer te vi en tu rincón, Canelo
¿No sabes que tu amo está en el Cielo?
Te encuentro siempre triste y abatido
pero atento a donde tu mirada alcanza
porque aún no has perdido la esperanza
ni aceptas que tu amo se haya ido
Tú confías en "tu dios" de tal manera
que solamente por él sigues viviendo
esperando que algún día reapareciera
y le digas que su amigo sigues siendo
Ayer te vi en tu rincón, Canelo
¿No sabes que tu amo está en el Cielo?
Si paso por su lado ni se inmuta;
si lo llamas, y acaricias nos demuestra
encontrando su mirada con la nuestra
que ha de permanecer inmóvil y sin ruta
Si los ojos son el espejo del alma
y el lugar para las almas es el Cielo
no dudo un solo momento que Canelo
se ha ganado de sobra, por su calma,
por su fidelidad y por su amor tan grande,
que el devenir, tras su muerte le mande
al Cielo de "su dios" para lamerle el alma.
 
                           
FAITH
Una historia de esperanza




Se trata de Faith, que nació hace seis años atrás en Oklahoma y
su historia conmueve al mundo. La perra fue adoptada por una
familia que le dio no sólo un hogar, sino también el amor que
necesitaba recibir como mascota.
Hoy su historia es relatada, y dio la vuelta al mundo como
sinónimo de lucha ejemplar.
Faith –que significa 'Fe' en inglés– llegó al mundo junto a
otros cachorritos con deformidades, los cuales murieron a los
pocos minutos del nacimiento. Sus dueños decidieron terminar
con su vida, ya que pensaron que jamás podría salir adelante
con sólo dos patas desarrolladas. Pero un amigo del hijo de la
familia decidió adoptarlo.
Jude Stringfellow recibió el cachorro que su hijo le llevó, y
al poco tiempo la sometió a una cirugía para extirparle la pata
delantera deforme que tenía.





Con mucha paciencia, lograron enseñarle a caminar sobre sus
patas traseras. Al principio, y casi como a los recién nacidos,
utilizaban una cuchara llena de mantequilla de maní para
despertar sus reflejos.
Y Faith los seguía encantada, al punto que así comenzó a dar
sus primeros pasitos en dos patas, como una persona.
Sin embargo, los dueños declararon que no fue fácil ayudarla en
ese proceso. "No fue fácil, ni natural, sino sobrenatural, y
todo el mérito fue de Jesús"
, puede leerse en su web oficial
(www.faiththedog.net), en el que los Stringfellow cuentan,
a través de relatos, fotografías y videos, el encomiable gesto
de haberla ayudado.


Pese a todos los pronósticos, logró salir adelante y lleva una
vida normal. La perra camina en dos patas en plena calle y
juega con sus dueños en un jardín.

Como si haber criado a la perra fuese poco, la familia
Stringfellow se tomó el tiempo de escribir un libro con la
historia
de la perrita. El mensaje apunta a mostrar el ejemplo de
perseverancia, y demostrar que a pesar de las diferencias,
todo es posible
.

A continuación, la historia de Faith, contada por su dueña:





FERNANDO
Un ciudadano único e irrepetible



Fernando


Durante los años '50, caminó por las calles de la ciudad de
Resistencia (Chaco), un "ciudadano", que con el tiempo se
convertiría en un uno de los seres más queridos de la ciudad
.
Todos lo conocieron y lo adoptaron, como a un hijo, desde el
mozo del Bar "La Estrella", quien le servía su diaria comida,
hasta el Gerente del Banco "Nación", con quien desayunaba café
con leche con medialunas.
Se trataba de Fernando... un perrito vagavundo, blanco y
chiquito, que se supo ganar la amistad de todos en el lugar.
Tenía afición por lo artístico. Si se oía música, fuera donde
fuese, él se acercaba.
La música le encantaba. Si no le gustaba la actuación de un
artista, se iba, y la gente lo seguía.

Su descubridor Fernando Ortiz lo conoció en el bar "Los Bancos"
donde tocaba con una orquesta. Alli nació la relación debido
a un gran apego entre los dos y de quien proviene su nombre.
Asistia a todos los eventos de la ciudad, ubicandose en primera
fila.


A él le pertenecen varias anécdotas, siempre se destacaba, pues
parecía un humano vestido de perro.
Durante el día recorria la ciudad visitando a sus amigos...
Tenía amigos por todos lados, pero los elegía. Dormía en la
entrada del hotel Colón, de allí se iba al Banco de la Nación,
donde había un gerente que lo quería muchísimo. A la hora de la
entrada, el perro iba directamente al despacho del gerente,
y se pedía un café con leche con medialunas para Fernando. En el
horario atención bancaria, dormía frente al Sorocabana.
El movimiento de gente era intenso, pero nadie lo molestaba
mientras tomaba un poco de sol.
Después iba a comer al “Madrileño”, al lado del Sorocabana.
La siesta la dormía en la casa del Dr. Reggiardo, que lo cuidó
mucho. A veces optaba por el Club Progreso.
Pero lo fundamental para él era la noche. Recorría “Los Bancos”,
el Sorocabana, el Club Social, y si se oía música, el no podia
faltar!.
De vez en cuando, visitaba en su atelier a un gran pintor y
amigo, René Brusseau, sobre el Cine Argentino.
Fernando se hizo amigo de René y siempre iba a verlo. Otro de
sus amigos, fue el escultor Víctor Marchese autor de la
escultura de Fernando. Con Juan de Dios Mena, iba al Fogón.
Fernando tenía un gran sentido de la amistad...

Cuando lo invitaban a una mesa y le acercaban una silla, el
seguía la conversación mirando a una u otra de las personas
que hablaban.
Una vez, en el Bar Japonés, lo hirieron con un cuchillo, y le
tiraron agua caliente. Se le infectó la herida, y lo llevaron
al Dr. Reggiardo, que lo intervino. Luego fué al Club Progreso,
allí le acondicionaron un lugarcito para su recuperación.
Estuvo bien atendido, y allí se vio cuánto lo quería la gente
de Resistencia, ya que el Club tuvo que poner dos teléfonos
a disposición para atender la cantidad de llamados de la gente
que quería saber como seguía Fernando.
Para esa solidaridad con el perro, no había horarios, y el
teléfono sonaba mañana, tarde y noche.


En otra oportunidad, pese a tener chapa Nº1 de vacunación
antirrábica, fue llevado por la perrera, lo metieron medio
dormido en el camión. Tatalo Domínguez, boxeador chaqueño y
titulo Argentino, recriminó, junto a otras personas, a los
perreros que lo apresaron. Discutieron, y finalmente rescataron
a Fernando junto a los restantes perros, que se metieron
todos en el Sorocabana.
Su pseudo dueño no se preocupaba por bañarlo. Por la mañana
andaba sucio, pero por la tarde aparecía blanco.
Hasta que se despejó la incógnita, una mujer que nunca dio su
nombre, lo atendía y lucía bien, elegante y arrogante como un
hombre de la noche. Era un bohemio blanco.
Pese a los cuidados y solidaridad, Fernando falleció debido a
que le gustaban mucho los picantes, dejando dos descendientes
iguales a el fisicamente pero careciendo del sentido que a él
lo caracterizaba.




En la ciudad de Resistencia, existen dos esculturas elaboradas
con el corazón y con el mero fin de "NO OLVIDAR" a este
pequeño ser que caminó por esas calles. Una de las esculturas
se encuentra en la esquina de la Avenida 25 de Mayo
y la calle Bartolomé Mitre, la otra resguarda su eterna tumba,
en el umbral del Fogón de los Arrieros, sobre la calle
Almirante Brown N° 350, bajo la escultura hecha en su honor.

Fue y es motivo de varias canciones de autores de nivel
internacional como es el caso de Alberto Cortes "Callejero",
cuya versión fue interpretada por el Grupo de Rock "Ataque 77".

Después, cuando se constituyó en mito y en bronce, escribieron
un libro sobre él, le dedicaron innumerables notas,
Alberto Cortez creó una canción que lo recuerda y, al
inaugurarse el Monumento al Perro Fernando, del escultor Víctor
Marchese, frente a la Casa de Gobierno, el propio gobernador de
la Provincia concurrió al solemne acto.


BALTO
Un héroe

Balto
Balto (1923-1933) Fue un perro de raza Husky siberiano, nacido
en el pequeño pueblo de Nome (Alaska).

Considerado como el héroe de los niños del pueblo Nome.
Balto ocupó los dos primeros años de su existencia en llevar
comida para los menores de edad, pese a que se le consideraba
como un perro bastante lento y muy poco adecuado para este
trabajo.

A principios de 1925, la difteria, una enfermedad mortal que
ataca a los niños, se desarrolla en la aldea. Se requiere suero
urgentemente en todos los hospitales de la zona. Por telegrama,
las autoridades se enteran de que queda algo en la ciudad
de Anchorage, a más de 1000 millas de allí. Pero, ¿cómo llevar
la carga hasta Nome?
Se elaboró un plan: llevar los medicamentos en trineo arrastrado
por perros. Participaron 20 mushers y más de 100 perros,
entre los que estaba Balto. Cuando el perro guia se rompio una
pata, Balto, tubo que ocupar su lugar, aunque su recorrido como
guia. Una vez llegados al pueblo, Balto se llevo todo el merito.
La prensa se apasiona con esta historia y hace de Balto el nuevo
héroe de la nación. Éste aparece en las portadas de los
periódicos de todo el mundo, y al final del año, una estatua,
tallada por FG Roth se erige en el Parque
Central con las palabras:
"Resistencia - Fidelidad -
Inteligencia"
.

En 1927 fue llevado al zoológico de Cleveland, junto con los
otros canes del Suero de Nome de 1925, a pasar sus últimos
años. Murió el 14 de marzo de 1933, con 11 años de vida y una
historia que recordar.
Balto fue llevado a la pantalla grande con:
Balto (película) la historia del suero de 1925, película de
dibujos animados estrenada en 1995.
Tuvo dos secuelas lanzadas directamente en video y DVD:
Balto 2: Wolf Quest historia del nacimiento de sus hijos y el
crecimiento de su hija Aleu, 2002.
Balto 3: Wings of Change historia de un rescate a un avión
realizado por Balto, 2004.




BARRY
El fuerte y tierno héroe


Barry escultura
Barry que significa "osito" en el dialecto bernés,es el nombre
del perro de raza San Bernardo más famoso de la historia.
Entre 1800 y 1812 vivió en el Hospicio de San Bernardo, ubicado
en el paso homónimo, en Suiza.
Allí ayudaba a los monjes del Hospicio, auxiliando viajeros y
peregrinos extraviados, aportando su notable desenvolvimiento
en la nieve y sentido de orientación.
Su fama se debe a una leyenda iniciada presumiblemente a fines
de 1860, que da cuenta del heroico rescate de 40 viajeros
perdidos, hasta que el último de ellos lo confunde con un lobo
y le da muerte. Aunque esta historia es falsa, ha sido
reproducida
por decenas de libros y revistas, contribuyendo a acrecentar
notablemente la fama de los San Bernardo.
En realidad, "Barry" murió plácidamente en 1814, en Berna.
Había nacido en 1800, y pronto se distinguió de los demás perros
del Hospicio por su fuerza y su coraje. Es difícil saber
cuántas personas rescató realmente, ya que los monjes no lo
consignaron, pero debieron ser muchas, puesto que su fama se
había extendido ya por toda Europa incluso antes de que, en
1812, un monje decidiera llevárselo a su casa para que pasara
tranquilamente sus últimos años.


En la localidad de Asnière, cerca de París (Francia), un
monumento inmortaliza la imagen de Barry, al pie del cual se
puede
leer la siguiente inscripción: "Il sauva la vie à 40 personnes.
Il fut tué par le 41ème"
(El salvó la vida de 40 personas, fue muerto por la 41º).
A su muerte, su cadáver fue entregado al Museo de Historia
Natural de la Universidad de Berna, donde fue disecado y donde
aún permanece expuesto al público.



BOBBY DE GREYFRIARS
Lealtad y amor




Ejemplo de lo que un perro es capaz de hacer por su amo, Bobby
de Greyfriars es hoy uno de los símbolos de la capital escocesa.
Según cuenta la historia, hacia 1850 John Grey se radica en
Edimburgo(Escocia) con su esposa e hijo, en busca de un futuro
mejor.
Jardinerode profesión, la dura situación económica lo empuja a
unirse a la policía de Edimburgo como vigilador nocturno.
Luego de algunos años, la familia Grey adpota al pequeño Bobby,
un Skye Terrier que con el tiempo se convertiría en su
inseparable compañero.John, que padecía de tuberculosis desde
hacía un tiempo, fallece el 15 de febrero de 1858 y es sepultado
en los terrenos adyacentes a la iglesia de Greyfriars.
Durante los catorce años siguientes a la muerte de su amo,
Bobby se negó a alejarse de la iglesia, aún en las épocas de
clima más riguroso.
Los vecinos, sensibilizados por la increíble lealtad de Bobby,
lo alimentaron y contruyeron para él un refugio en los terreno
de la iglesia, aún cuando los perros no eran permitidos en el
sector de las sepulturas.
En 1867, y debido al creciente número de perros vagabundos, las
autoridades de la ciudad aprobaron una norma que obligaba a
registrar a todos los perros de Edimburgo, y los que no serían
eliminados.


Sir William Chambers (Lord Provost of Edinburgh) decidió pagar
la licencia de Bobby, y le hizo un collar con una placa de
bronce con la leyenda "Greyfriars Bobby from the Lord Provost
- 1867 - licensed", actualmente en exhibición en el Museum
Of Edinburgh.

Luego de la muerte de Bobby, en 1872, la Baronesa Angela
Georgina Burdett-Coutts, profundamente conmovida por la historia,
encargó al artista local William Brody una escultura, que fué
emplazada en 1873 frente a la iglesia de Greyfriars.

Los restos de Bobby están sepultados a escasos metros de los de
su amo, y el 13 de mayo de 1981, en una ceremonia presidida
por el Duque de Gloucester, la Dog Aid Society de Escocia le
agregó unapequeña lápida que reza:
"Greyfriars Bobby - died 14th January 1872 - aged 16 years -
Let his loyalty and devotion be a lesson to us all".

La historia fue tomada por varios autores, y en 1961 los estudios
Disney produjeron la película "Greyfriars' Bobby", basado en
el libro homónimo de Eleanor Atkinson.
Hoy en día hay varios films de los cuales el último es "Las
aventuras del Guardian de Greyfriars".




STUBBY
Un perro Sargento



El Sargento Stubby es el perro más condecorado de la historia
militar y el único ascendido a sargento por méritos de guerra.
Stubby fue encontrado en el campus de Yale en 1917 por John
Robert Conroy, era una mezcla de Boston Terrier y Pit Bull.
En 1917 la I Guerra Mundial estaba en su punto álgido, los
Estados Unidos estaban inmersos completamente en el conflicto y
Conroe no tardó en ser llamado a filas, partiendo hacia Francia
en el USS Minnesota llevando al protagonista de nuestra
historia de contrabando.

Una vez en Francia Stubby es descubierto pero los mandos
permiten a Conroe quedarse con el perro ya que comprobaron que
servía de distracción y subía la moral a las tropas.

De esta forma Stubby queda encuadrado con el 102 de infantería
americana, aguantando 18 meses en las trincheras
francesas participando en 4 ofensivas y 17 batallas.

Entró por primera vez en combato el 5 de febrero de 1918 en
Chemin des Dames. En abril durante una incursión a Schieprey
fue herido en una pata por los soldados alemanes en retirada.

Tras los primeros ataques con gas venenoso, Stubby aprendió a
advertir a su unidad del peligro ya que podía oír el silbido de
los proyectiles al expulsar el gas mucho antes que sus
compañeros humanos.

Pero sin duda la mayor hazaña de Stubby fue la captura de un
soldado alemán, durante un periodo de descanso en el combate
Stubby escuchó un rudio tras unos matorrales, se acercó, movido
por la curiosidad, descubriendo a un espía alemán, el soldado
intento echar a correr pero Stubby empezó a forcejear con él y
a ladrar; cuando, alertados por el ruido, llegaron otros
soldados se encontraron al espía en el suelo boca abajo
mientras Stubby lo inmovilizaba mordiéndolo en trasero.
Esta acción le valió a Stubby su ascenso a Sargento.

De regreso a casa Stubby se convirtió en una celebridad,
participó en desfiles por todo el país, se reunió con los
presidentes
Woodrow Wilson, Calvin Coolidge, y Warren G. Harding; fue
nombrado miembro vitalicio de la Cruz Roja, la legión americana
y el YMCA (asociación cristiana de jóvenes).
Tras la vuelta de Conroe a los estudios, Stubby, ya como civil,
se convirtió en la mascota de la Universidad de Georgetown.

En 1926, un Stubby ya anciano, había cumplido 10 años, murió en
los brazos de Conroy.

Entre las condecoracions que recibió a lo largo de su vida
destacan:

- La medalla francesa de la Batalla de Verdun.
- Medalla de los Veteranos de la IGM.
- Medalla de oro de la Humane Education Society.
- El Corazón Púrpura.

Sus restos se conservan en la exposición The Price of Freedom:
Americans at War (el precio de la libertad: los americanos
en la guerra) en el Smithsonian.



CARA
Recatista y paracaidista



O'Cara Bleu de St. Sacrement o mejor conocida como ¨Cara¨ es un
precioso ejemplar hembra de Beauceron.
Quizás uno de los perros más famosos del mundo, no solo por
ser una héroe nacional en los EEUU al haber participado
durante numerosos días en las tareas de rescate durante los
episodios terrositas ocurridos el 11 de Se...ptiembre del 2001
en la ciudad de Nueva York, sino por la especificidad de sus
tareas, al haber ingresado en forma autónoma sin su guía,
dentro de las estructuras colapsadas de las torres gemelas con
una micro cámara en búsqueda de sobrevivientes en lugares donde
un ser humano no lograría ingresar.

Su olfato, audición y todos sus sentidos hicieron que su tarea
fuese invalorable en la búsqueda y rescate de sobrevivientes.
Esto le hizo merecedora a ella y su guía y dueño Mike Forsythe
de la raramente otorgada, medalla al servicio heroico del AKC
(American Kennel Club).

Cara además de ser miembro activo del equipo USAR-FEMA Task
Force II del estado de la Florida, ella y su guía son ambos
certificados por el NASAR como especilistas en rescate canino.
Pero Cara tiene otra particularidad: Es le perro que ostenta el
record Guiness mundial de "freefall" o caída libre, más rápida
de un canino (329.9 km/h) y el salto canino más alto (9.144 mts).

El 7 de Agosto del 2004 se convirtió en el primer animal en
realizar un salto HALO acompañada de su guía con oxigeno
asistido,
encarando temperaturas de hasta -18ºC. Este record aun sigue
vigente al día de hoy y demuestra no solo la tenacidad,
profesionalidad y temperamento del animal y su guía, sino
también explora toda una nueva especialidad en el mundo del
rescate K9 y la amplitud de misiones donde un canino puede
participar, como por ejemplo misiones CSAR o lugares remotos de
difícil acceso.


ORIÓN
Rescatista solidario




En diciembre de 1999, las lluvias causaron graves daños en
Venezuela, particularmente en el estado Vargas.
Bomberos, militares, médicos, periodistas, funcionarios de
Defensa Civil, voluntarios, vecinos y muchas personas más
dieron un inolvidable ejemplo de solidaridad y unión en medio
de la tragedia.

Uno de los héroes de ese momento fue Orión, un perro de raza
Rottweiller aquién le gustaba jugar con su dueño, Maurizio
Pérez Mercado, en un riachuelo de Tanaguarena. Junto a Alfa (su
pareja de la misma raza), un perro llamado Negro y el gato
Micky, chapoteaba en el río, perseguia lagartijas y se divertía
sacando a Mauricio del agua en su lomo. Así, jugando, se
convertió en rescatista.

Aquel 15 de diciembre, Orión comenzó a ladrar desde temprano y
se le notaba nervioso. Al llegar la noche, las toneladas de
lodo y piedras que bajaban con las aguas obligaron a Maurizio a
abandonar rápidamente su casa, sin sus mascotas. Fueron
momentos difíciles para todos. Orión y Alfa perdieron a sus
nueve (9) cachorros recién nacidos.
El Negro y Micky también murieron.

Horas más tarde, bajo la lluvia incesante, una niña de ocho (8)
años era arrastrada por la avalancha. Entonces, Orión se lanzó
al río y comenzó a nadar entre las agitadas aguas hasta que
alcanzó a la pequeña, la tomó con los dientes por la ropa y sin
hacerle daño, la llevó hasta la orilla. Los que vieron aquello
no salían de su asombro.
El perro se lanzó una y otra vez al torrente para salvar a
otras personas. En total fueron 37, entre niños y adultos, los
rescatados por Orión.
Dias después, cuando Maurizio regresó a lo que era su hogar,
fue recibido con grandes muestras de cariño por el fiel Orión,
que a partir de ese momento se convirtió en toda una leyenda y
en una muestra más de ese extraordinario sentimiento de afecto
y fidelidad que tienen los perros hacia los humanos.


LAIKA
Primer perro lanzado al espacio y su triste recuerdo



Casi un mes después de que la antigua Unión Soviética pusiese
en órbita terrestre el satélite artificial Sputnik-1, esta país
dio un buen golpe de efecto al lanzar el 3 de noviembre de 1957
su segundo satélite artificial, el Sputnik-2, con un ser vivo
en su interior: la famosa perra Laika, de unos 6 Kg de peso.
El animal, un perro abandonado que vagaba por las calles de
Moscú, fue capturado y preparado para la misión espacial. Los
responsables de la misión consideraban -no equivocadamente- que
los perros vagabundos eran capaces de sobrevivir en
condiciones más difíciles que aquellos que tenían un hogar... y
un viaje espacial no sería precisamente un camino de rosas. Para
acostumbrarla al pequeño compartimento en el que volaría dentro
del Sputnik-2, Laika -y otros dos perros candidatos, Albina y
Mushka- fueron mantenidas en jaulas cada vez más pequeñas
durante periodos de 15-20 días.
En realidad, el nombre original de Laika era Kudryavka ("Poco
rizada") y su viaje estaría lleno de complicaciones: la cabina
presurizada del Sputnik 2 le dejaba suficiente sitio para
permanecer tumbada o en pie, pero el animal iba encadenado para
evitar que la ausencia de gravedad le hiciese dar vueltas.

Lamentablemente, no había manera posible de que este animal
pudiese volver a la Tierra vivo, pues aún no se sabía cómo
retornar una cápsula a la Tierra y que sobreviviese un ser
vivo a bordo de ésta.
Los portavoces informaron que Laika habia sobrevivido 10 días y
finalmente falleció.
Pero no se supo la verdad hasta que en el Congreso Espacial
Mundial de 2002: el científico Dimitri Malashenkov del
Instituto de Problemas Biológicos de Moscú informó que, en
realidad, Laika murió pocas horas después del inicio de la
misión debido a las altas temperaturas y al pánico. La perra
sólo sobrevivió durante cuatro órbitas, debido a los problemas
térmicos del Sputnik-2: por cuestiones de diseño, el satélite
no se había separado de la última etapa del cohete y el animal
tuvo que soportar una humedad muy alta y temperaturas de unos
40°C, que acabaron con su vida entre cinco y siete horas
después del inicio del vuelo.

Así fué que desgraciadamente la vida de este animalito terminó
por órdenes de inescrupulosos y desalmados.
Es en 2.008 que recién se le hace a ella y en honor a todos los
perros usados en el programa, un pequeño monumento cerca
de una instalación de investigaciones militares en Moscú.


Fuente:
yorkieslove.com.ar