Nando Parrado sobrevivió a la tragedia de los Andes y ahora la ciencia revela porqué...

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Nando Parrado nace en Montevideo, Uruguay, en 1949. Hermano mayor

de Susana y menor de Graciela.
En 1972, es protagonista de una las mayores tragedias aéreas. Su madre y

su hermana menor mueren por causa del accidente. Nando sobrevive 72

días y encuentra su camino de regreso después de 10 días de una maratónica

caminata junto a Roberto Canessa.
Poco tiempo después del rescate trabajó con Piers Paul Read para escribir el

best seller mundial ¡Viven! Veinte años más tarde se convirtió en el asesor

de la película que llevó el mismo título.
Vive en Montevideo, junto a su esposa y sus dos hijas.
Es empresario y productor de televisión, presidente de la empresa Seler

Parrado SA. Además, dicta numerosas conferencias en las que relata su

experiencia en los Andes.
Cada 22 de diciembre, coincidiendo con el día del rescate, se reúnen todos los

sobrevivientes a celebrar el "nuevo cumpleaños".

 

 

 

http://wikines1.wikispaces.com/file/view/coedillera_de_los_andes.jpg/106499881/coedillera_de_los_andes.jpgFoto: farocr.com

 

Un estudio neurológico realizado en la Argentina consiguió explicar qué pasó en la cabeza de Parrado que le permitió llevar a cabo su increíble hazaña.El estudio fue realizado por el investigador y médico Conrado Estol, presidente de la Asociación Cerebrovascular Argentina,

Este investigador se concentró en averiguar exactamente qué mecanismos hicieron posible la sobrevida de Parrado en los Andes. "Algunos piensan que ha sido un milagro, pero lo cierto es que este estudio demuestra que hubo una combinación de factores que le permitieron superar el mal momento" dijo Estol. Las tres situaciones que lo "ayudaron" fueron: Parrado sufrió fracturas en el cráneo por la caída del avión, estuvo en coma, y luego sufrió hipotermia y deshidratación. "Paradójicamente, esos problemas tan dramáticos fueron los que le ayudaron a mantenerse con vida", sostiene el neurólogo.
Fernando "Nando" Parrado tenía 19 años cuando en 1972 el avión en el que viajaba con su equipo de rugby se estrelló en la Cordillera,se fracturó el cráneo y, según un estudio, eso lo salvó: superó una inflamación en el cerebro y de ese modo evitó la muerte... Las explicaciones científicas sobre cómo pudo superar los obstáculos de uno de los hechos más trágicos y conmovedores.

 

 

 

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Foto: ivoox.com

https://3.bp.blogspot.com/_lO5twudU5_c/R28TL9dyeWI/AAAAAAAAAeY/CjOjAUE41kE/s320/alongajornada15_98.jpgFoto: tayo.tricepto.com


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Foto: icarolibre.blogspot.com

 

Nando tenía 19 años en el momento del accidente. Iba con su equipo de rugby en el avión que había partido desde Montevideo, su ciudad natal. El avión se partió por la mitad, justo por detrás de la fila donde Parrado estaba sentado. Su madre, su hermana y un amigo (que estaban sentados junto a él) murieron por causa del impacto. El sufrió fracturas en el cráneo, cuyas huellas el investigador Estol pudo comprobar al hacerle un examen en 2006. También le hizo una tomografía computada que reveló asimetrías sugestivas de un proceso de reparación. Parrado le recordó: "Cuando desperté, podía palpar mil fragmentos en mi cabeza". Esas fracturas del cráneo permitieron que la inflamación del cerebro (edema cerebral) se descomprimiera sola.

Parrado entró en coma y sus compañeros lo dieron por muerto. Lo colocaron en la entrada del fuselaje del avión y quedó expuesto al frío a 4.000 metros de altura. Al estar en ese lugar, la temperatura de su cuerpo descendió por debajo de los 36,7 grados (es decir, sufrió hipotermia). Por si fuera poco, durante los tres días que estuvo en coma, no recibió alimento ni agua y se deshidrató. Estas circunstancias hicieron que la vida de Parrado siguiera. Porque la inflamación del cerebro pudo expandirse a través de las fracturas y no lo mató. La deshidratación por la falta de agua y de alimentos y la altura limitó el crecimiento del edema cerebral. Y el frío permitió prolongar la sobrevida de las neuronas dañadas por el golpe.

Cuando despertó espontáneamente después de estar en coma, Parrado preguntó por su madre, que ya estaba muerta, y se arrastró hasta donde estaba su hermana en estado grave. "Esto demostró que no tuvo secuelas neurológicas. Su memoria y su capacidad cognitiva se conservaron en buen estado", afirmó el investigador Estol.
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Foto: reflexionesdiarias.wordpress.com


Después de una avalancha en la cordillera, Parrado con otros sobrevivientes intentaron varias salidas. Y fue él quien el 12 de diciembre de 1972 salió con otros dos compañeros rumbo al oeste para encontrar los valles de Chile. Pasó 10 días caminando sin mapa hasta llegar a dar con un arriero Sergio Catalan, quien ayudó para rescatar a los sobrevivientes que habían quedado en el lugar del accidente. "Hay que irse", fue la frase que guió a Parrado.

"Entonces, tuve un pensamiento poderoso como un rayo: no sé cómo ni cuándo, pero mientras esté vivo, voy a luchar por eso. Voy a atacar esas montañas con furia, voy a tratar de escalarlas, voy a buscar mi vida hasta que pueda y, como sospecho que no podré, pues moriré luchando, y cuando mi rostro pegue contra el hielo me levantaré de nuevo, hasta que llegue un momento en que no consiga incorporarme más", según contó Parrado en el libro La Sociedad de la nieve, del escritor y periodista uruguayo Pablo Vierci.

Desde ese entonces Parrado volvió once veces a visitar el lugar del accidente desde 1972 en adelante. Y siempre recuerda que su padre le aconsejaba: "No andes en las nubes, Nando. Atiende los detalles". Una forma de decir -comentó el ahora conferencista- que hay que armar la vida de a poquito, ajustando tuercas y tornillos. Hoy, puede contar la anécdota y sigue con su vida.

 

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Foto: cabina14.blogspot.com

 

Un superviviente. Treinta y tres años después..

Nando Parrado sigue siendo un superviviente. Lo sabe, lo dice, lo siente así. Tenía 20 años cuando protagonizó una de las tragedias aéreas más dramáticas de la historia: la caída del avión Fairchild de la Fuerza Aérea Uruguaya sobre las montañas de los Andes, entre la Argentina y Chile. Fue el 13 de octubre de 1972. La historia es conocida: Nando era uno los jugadores del Old Christians Rugby Club, de Montevideo, que viajaban a Santiago de Chile para jugar un partido amistoso. Cuarenta y cinco personas iban a bordo, entre ellas, su madre y su hermana menor, Susy. Sólo dieciséis sobrevivieron al frío y el hambre extremos. La carne de los cadáveres de sus compañeros les salvó la vida. Fueron setenta y dos días en la Cordillera y Parrado los narra en primera persona:

"Durante las primeras horas no había nada, ni miedo ni tristeza, ni la sensación de que pasaba el tiempo (...), tan sólo un silencio largo y perfecto. Entonces se hizo la luz, un haz fino y gris de luz solar, y salí de las tinieblas como un buceador que nada lentamente hacia la superficie (…) Oí voces y noté movimiento a mi alrededor (…) Vamos, Nando, ¡despierta! (…) No te rindas, Nando, estamos contigo. ¡Despierta! (…) ¡El avión se estrelló! ¡Caímos en las montañas! Nos estrellamos. ¿Me entiendes?"

Estas palabras están en su libro, "Milagro en los Andes". Nando Parrado era uno de los tantos heridos. Un traumatismo cerebral lo tuvo en coma durante tres días. Al tercer día buceó hacia la luz y supo que su madre había muerto y que su hermana agonizaba. Al octavo día, Susy murió en sus brazos.

"Este es un libro que no lo podría haber escrito hace 30 años", reconoce Nando, el hombre que vivió demasiado, el exitoso empresario y productor de televisión en Montevideo, esposo de Veronique van Wassenhove y padre de Verónica y Cecilia.

–Siempre digo que las cosas me encuentran; siempre ha sido así. Empecé a escribir para mi familia, para mis amigos, para los que vendrán. Fue Veronique, mi mujer, la que me dijo que mucha gente quería conocer la historia contada por mí. En mi vida todo aparece; nada es planificado.

Desde hace más de diez años, Parrado dicta conferencias sobre su experiencia en las montañas en distintas partes del mundo, charlas en las que revela los detalles que hoy recorren las páginas del libro, que se editó primero en los Estados Unidos y que rápidamente se ubicó en los primeros puestos de ventas. Ahora se publica en 34 países y en 14 idiomas.
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Foto: arearegatas.blogspot.com