Acaba de empezar y lleva seis (todas en la frente), EE UU, Canadá y Chipre entre ellas, y pretende llegar a las 220 hasta llenar su cuerpo entero.
Rishi quiere entrar en tres años, tiempo en el que espera poder completar el proceso, en el libro Guinness, publicación de registro de récords mundiales por el que el protagonista de esta historia ha llegado a cambiar su propio nombre.
"Espero poder tatuarme ocho banderas al mes en zonas óseas de mi cuerpo y 16 en zonas blandas", cuenta Guinness Rhisi, quien no esconde que lo único que persigue con esto es fama. "No quiero morir como alguien normal, quiero que en mi país (India) me recuerden como alguien extraordinario", afirma, en declaraciones publicadas en el Telegraph.
La obsesión de Rishi por el Guinness de los récords viene de lejos, ya ha aparecido en cuatro ocasiones con anterioridad. Entre sus 'logros', conseguir la custodia de la persona más vieja en ser adoptada, su cuñado, de 61 años.
Cualquier dueño de perro
ha intentado en alguna ocasión convencer a propios y extraños de lo lista que es su mascota, pero ahora además se sabe que algunos pueden contar hasta cinco, entienden más de 150 palabras e incluso
intentan engañar a los humanos en su beneficio.
Estas son las conclusiones del psicólogo y experto en investigación canina Stanley Coren, de la Universidad British Columbia, que interviene en el congreso anual de la Asociación Psicológica
Americana para hablar de "cómo los perros piensan".
Coren, autor de libros sobre perros y su comportamiento, ha revisado numerosos estudios para concluir que el mejor amigo del hombre tiene capacidad para resolver problema complejos y es más parecido
a los hombres y otros grandes primates de lo que se pensaba.
"Sus impresionantes momentos de brillantez y creatividad son un recuerdo de que quizás no sean 'einsteins' pero están seguramente más cerca de los humanos de lo que pensamos", señaló.
Coren indicó que, según diversas medidas conductuales, "las capacidades mentales del perro están cercanas a las de un niño de dos a dos años y medio".
Además, aseguró que la inteligencia varía según el tipo de perro y que la raza determina algunas de las diferencias entre animales.
Así, explicó que hay tres tipos de inteligencia canina: instintiva; adaptativa (la capacidad de aprender del entorno para resolver problemas) y de trabajo y obediencia (el equivalente al "aprendizaje
escolar").
Datos de 208 perros de Estados Unidos y Canadá mostraron que en la "inteligencia de trabajo y obediencia" el border collie es "el número uno", seguido del caniche y en tercer lugar el pastor
alemán.
La lista de los canes más listos se completa con el golden retriever; el doberman; el pastor shetland (parecido al collie) y el labrador, según la clasificación de Coren.
El experto aseguró además que un perro normal puede aprender unas 165 palabras, incluidas señales, y los más "inteligente", unas 250.
Coren explicó que la capacidad máxima de aprendizaje de palabras se basa en el estudio de "Rico", un can que demostró conocer 200 palabras habladas y tener una gran capacidad y rapidez de
aprendizaje.
Por si fuera poco, estos amigos de cuatro patas también saben de números, aunque sería mejor no confiarles la contabilidad doméstica, pues pueden "contar" hasta cuatro ó cinco, y sólo tienen una
"comprensión básica" de la aritmética, aunque son capaces de detectar errores como 1+1=1 o 1+1=3.
Durante el juego, los perros son capaces de intentar engañar, de manera deliberada, tanto a otros canes como a los humanos para lograr una recompensa y, según Coren, "tiene casi tanto éxito engañando
a humanos como los humanos engañando perros".
Arañas gigantes a la parrilla
En Camboya comen insectos de todo tipo a la parrilla. Las arañas gigantes son muy apreciadas y se comen como aperitivo a cualquier hora del día.
Perros
En lugares como Beijing, reciente sede olímpica, la cocina de perros es un plato tradicional
Estas increíbles imágenes fueron captadas en 1940 en el puente de Tacoma Narrow que colapsó por culpa del fuerte viento y supongo que por fallos en su diseño y construcción.
El Puente de Tacoma Narrows era un puente colgante de más de 1600 metros de longitud con una distancia entre soportes de más de 850 m (el tercero más grande del mundo en la época en que fue construido). En esta increible filmación vemos como los materiales que se utilizan en grandes estructuras son flexibles para que no se destrullan cuando les enviste el viento o los efectos de un terremoto, pero algo falló en el diseño del puente, cuando tras una larga agonía de vaivenes hizo que la estructura del puente se colapsara.