Muere en Kenia un hombre que tenía 210 hijos

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El país ha perdido a todo un mito sexual, que ha conservado sus artes amatorias durante largos y placenteros años de vida. Este reconocido Casanova, que durante toda su existencia había conseguido engendrar un total de 210 hijos, ha muerto a los 92 años de edad víctima de una larga enfermedad en su residencia de Ndhiwa, al oeste de Kenia. Convertido en el polígamo más popular de todo el planeta, Asentus Ogwella Akuku llegó a contraer matrimonio con 130 mujeres y se divorció de sus compañeras de cama en aproximadamente ochenta ocasiones.

Aún así, tal y como se registra en el tribunal eclesiástico de la etnia luo, sólo un total de cuarenta esposas aparecen reconocidas por la institución del país. La muerte en Kenia de danger, como la gente apodaba a este african lover, deja atrás un total de 210 embarazos que le convierten en uno de los hombres polígamos más prolíficos del mundo.

En sus últimos años de vida, Akuku había recibido la visita de cientos de jóvenes que se acercaban a hablar con esta eminencia de la actividad amatoria para obtener consejos sobre cómo disfrutar al máximo del sexo. Antes de la muerte del keniata, padre de 210 hijos, el propio protagonista había reconocido llevar una vida de lo más saludable, ‘siempre desayunando a la misma hora y acompañando con fruta cada comida’. La práctica diaria de ejercicio y una estricta dieta también le ayudaron a convertirse en uno de los hombres más fértiles y productivos del mundo.

Una mujer tiñó de rosa a su gato para que hiciera juego con su propio pelo

La RSPCA, organismo británico de prevención de la crueldad contra animales, inicialmente creyó que se trataba de una broma sádica contra el gato. La cuestión fue que un hombre se lo encontró en jardín, pintado de rosa, y todo el mundo asumió que lo habían puesto de ese color para arrojarlo sobre la tapia de cualquier casa.

Sin embargo la teoría resultó inexacta. La dueña del gato, con el pelo del mismo color, se presentó a reclamar al animal. Natasha Gregory, de 22 años, explicó que su gata, Oi! Kitty, fue teñida por ella con el máximo cuidado. Aseguró que la tintura utilizada no es dañina para humanos o animales. Sin embargo, la veterinaria Penny Gillespie explicó con sorpresa que su tintura es tan profunda y brillante que prácticamente “brilla en la oscuridad”.

Leer toda la versión inglesa de la Wikipedia llevaría 14 años sin parar

Unos 14 años son los que harían falta si alguien quisiera leer todos los artículos que contiene la versión inglesa de la Wikipedia, eso sí, siempre que no parara ni para comer o dormir y sin tener en cuenta que se trata de una enciclopedia viva cuyo tamaño aumenta de forma permanente.

Portaltic/EP

El cálculo lo han hecho en la web Sharenator a partir de los datos que ofrece la propia enciclopedia online sobre su tamaño. Según informa la Wikipedia, en la actualidad contiene más de 3,4 millones de artículos, los cuales, si se imprimieran en formato libro llenarían cerca de 1.450 volúmenes de unos 1,6 millones de palabras cada uno, o lo que es lo mismo, unos ocho millones de caracteres.

En base a estas cifras (actualizadas a 2 de octubre de 2010), Sharenator ha hecho una infografía en la que muestran cómo, a una velocidad media de lectura de 300 palabras por minuto –una velocidad normal– se tardarían en total 14 años y ocho meses en leer toda la Wikipedia.

Eso sí, quien lo hiciera, moriría en el intento, porque en sus cálculos no han tenido en cuenta que el lector en cuestión tendría que parar para dormir y comer para subsistir. Así, si se introducen estas pausas necesarias, el tiempo podría duplicarse.

Además, a esto hay que añadir que, pese al esfuerzo invertido, la ardua tarea de leer toda la Wikipedia no serviría de nada al que lo lograra porque, al tratarse de una enciclopedia viva, ésta habría cambiado y crecido durante el tiempo empleado.

Un anciano cubano come vidrio de forma habitual

El cubano Trígimo Suárez Arcia, de 70 años, asegura que siente «gusto» por comer vidrio, en particular las bombillas fluorescentes (luz fría), que devora como si fueran un gran manjar, sin haber causado ningún daño a su organismo hasta la fecha. «Yo como vidrio a cada rato, porque nací así. No paso más de 15 días sin hacerlo», afirmó en una entrevista publicada en el periódico oficial Juventud Rebelde este hombre de origen campesino que vive en Cabacú, un pueblo de la localidad de Baracoa, en el extremo más oriental de Cuba.
«Empecé a comer vidrio con seis años (...). Cuando me iba movilizado a recoger café, mamá me mandaba dos o tres tubos de luz fría (lámparas fluorescentes) y unos cuantos bombillos. Ella sabía de mi gusto por el vidrio, recuerda ahora.
«Si se me pican todos los dientes -conserva su dentadura natural-, lo machacaré y me lo tragaré. Nunca he sangrado cuando lo mastico. Cada cual nace con lo suyo», comentó Suárez para justificar su extraña afición.
En la entrevista, Trígimo dice que solo fue al médico en 1967 «cuando Fidel Castro me lo pidió» durante un encuentro con el líder cubano.
«Recuerdo que el Comandante (Fidel Castro) me dio un vaso rojo. Lo mordí y en el primer intento fallé, en el segundo también y al tercero el vaso se partió y pa-pa-pa pa'dentro. Solo dejé el fondo. Fidel me dijo que había que estudiarme. Acepté y él ordenó que me trajeran a La Habana», rememoró.
Entonces fue internado en el Hospital Nacional de La Habana y según refiere el especialista Oscar Alonso Chil, quien encabezó la investigación del caso, «se le estudió todo el tracto digestivo superior -esófago, estómago y duodeno- sin encontrarle lesiones en las mucosas de dichos órganos». Alonso Chil, que es presidente de la Sociedad Cubana de Medicina Interna, solo explica que no se encontraran daños internos en el aparato digestivo de Suárez porque «tenía muy buena dentadura y trituraba el vidrio hasta hacerlo polvo».
«Me sacaron el jugo del estómago 14 veces, analizaron mi saliva y me investigaron todo. Las pruebas dieron negativas. A los dos meses y cuatro días regresé a Baracoa», recapituló. «No digo mentiras; puedes investigar, que todo es cierto», señaló en la entrevista donde se evoca incluso una conversación que mantuvo con el escritor uruguayo Eduardo Galeano hace muchos años.

Muere ahogado tras caer con su coche en un pantano por un error del GPS

Un hombre de 37 años de nacionalidad senegalesa ha fallecido tras caer su coche al pantano de La Serena, en la localidad de Capilla (Badajoz), mientras circulaba por una carretera cortada, informa Cruz Roja Extremadura. Al parecer, el dispositivo GPS del vehículo, en el que viajaban dos personas, señaló una antigua carretera que acababa en el pantano, pero la oscuridad de la noche no les permitió frenar a tiempo y el vehículo se sumergió en el agua en muy pocos minutos, explicó la Cruz Roja en un comunicado.
El accidente se produjo en torno a las 23. 18 horas de la noche del sábado y, aunque los dos ocupantes, que se dedicaban a la venta ambulante, pudieron salir del coche, un Peugeot 306, tan sólo uno de ellos logró alcanzar la orilla a nado, mientras que el conductor desapareció bajo el agua.
El superviviente del accidente, que regresaba de la feria de Cabeza de Buey (Badajoz) junto a su compañero, es un varón de 38 años que sufrió policontusiones de carácter leve, por lo que recibió el alta 'in situ', según información del Centro de Emergencias 112 de Extremadura.
Tras un aviso a la sala del Centro 112, se desplazaron al lugar del siniestro una unidad medicalizada del Servicio Extremeño de Salud, efectivos de Guardia Civil y Bomberos, que pudieron atender al superviviente y remolcar el vehículo.
A las 10. 00 horas de este domingo, un equipo de respuesta inmediata en búsqueda y salvamento acuático de Cruz Roja se ha personado en la zona y ha peinado un perímetro de 20 metros, "encontrando el cadáver del conductor 30 minutos después a ocho metros de la orilla y tres de profundidad".